miércoles, 1 de junio de 2016

Órganos Protectores Externos e Internos Del Ojo


   Es muy importante recordar que el ojo también cuenta con órganos externos e internos de protección, y que hay que considerarlos primeramente antes de hablar de sus funciones como sistema de recepción de imágenes, entre estos agentes protectores encontramos las partes aledañas al ojo como los párpados, pestañas y cejas, y entre los internos se cuenta con la película lagrimal y la conjuntiva  Por este motivo, se debe poner especial cuidado en estas áreas.

El parpadeo lubrica nuestros ojos:

     La primera protección de nuestros ojos es el parpadeo. Con este proceso, los párpados contribuyen a distribuir el líquido lagrimal que lubrica y protege a la conjuntiva ocular. La sequedad de los ojos puede significar un gran peligro, ya que el funcionamiento y alimentación de esta parte del globo ocular solo puede darse cuando está bien humectada.
Aparte del pestañeo constante, los párpados tienden a cerrarse de manera automática ante la presencia de algún peligro para el ojo. Esto se refleja cuando un objeto se dirige velozmente hacia los ojos o cuando existe una luz intensa.

Pestañas son un escudo del globo ocular:

     Los párpados poseen dos filas de pestañas que llegan a medir hasta 1 cm de largo. Éstas viven alrededor de 4 meses. Luego, el folículo piloso realiza una pausa de recuperación para generar una nueva pestaña. Al pertenecer al segmento de pelos duros del cuerpo, estos sensores  también tienen una labor protectora.
Las funciones de las pestañas consisten en actuar como un “escudo” de los ojos, ya que evitan el ingreso de cuerpos extraños. Asimismo, no permite la entrada de arena, partículas de cristal, polvo y cualquier elemento externo que se desprenda de la contaminación medioambiental.
Por último, las pestañas son un filtro solar. De no estar presentes, el globo ocular estaría irritado de forma permanente. También sufriría un desfase de tonalidades, a causa de la carencia de una regulación de la luz.

Cejas actúan como cubierta protectora del ojo:

     Las cejas constituyen una cubierta protectora del ojo, que impide el exceso de luz cegadora. Igualmente, ayudan a desviar el sudor hacia los costados, de manera que el fluido no entre en contacto con los ojos y los afecte.
     La vida de las cejas es más breve que la de las pestañas, ya que caen cada dos meses y medio. Tanto las cejas como las pestañas no deben ser teñidas, ya que la piel que las contiene es demasiado sensible. Incluso, existen casos de ceguera por intentos repetidos de teñirlas.

     Entre los sistemas protectores internos contamos con la película lagrimal y la conjuntiva.

La película lagrimal:
     La película lagrimal es una formación de tres capas extremadamente delgadas que cubren y protegen el ojo:
La capa externa o lípida, provee una superficie oleosa que retarda la evaporación de la lágrima. Si esta película no existiera, la lágrima podría evaporarse de 10 a 20 veces más rápidamente.
La capa intermedia o acuosa incluye sales y proteínas en una base que consta de 98% de agua.
La capa más interna o de mucina, cubre directamente la superficie del ojo permitiendo que las otras capas formen una película. Sin esta capa las lágrimas no podrían permanecer sobre la superficie del ojo y se eliminarían rápidamente y desencadenarían una patología conocida como ojo seco.

La conjuntiva:

     Es el tejido delgado y transparente que recubre el interior de los párpados y cubre la parte blanca del ojo (la esclerótica). Se alimenta de pequeños vasos sanguíneos que son prácticamente invisibles a simple vista.
La función de la conjuntiva es ayudar a lubricar el ojo mediante la producción de aceites y mucosas, así como a prevenir que entren microbios en el ojo.

La conjuntiva se divide en tres partes:
1.- Conjuntiva palpebral o tarsal: es la zona de las líneas de los párpados.
2.- Conjuntiva bulbar u ocular: cubre el globo ocular, sobre la esclerótica anterior. Esta región de la conjuntiva está estrechamente vinculada a la esclera subyacente por la cápsula de Tenon y se mueve con los movimientos del globo ocular.
3.- Conjuntiva Fornix: forma la unión entre la conjuntiva palpebral y bulbar. Es flexible, lo que permite la libre circulación de los párpados y el globo ocular.
Trastornos y enfermedades.
     La conjuntiva puede inflamarse debido a una infección vírica o bacteriana, o bien una respuesta autoinmune. Esto se conoce como conjuntivitis.

Partes protectoras del ojo

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